Recordar y sentir

No me había dado cuenta la falta que me hacia, lo mucho que necesitaba y lo hermoso que se siente volver a tener este sentimiento, es como regresar al hogar de donde uno se fue, es como ser atrapado en los brazos del amor verdadero, es como sentirse seguro y feliz, con lagrimas contenidas de gozo, es una sensación de paz y tranquilidad, de calma y gratitud, es la caridad pura, envolviéndome el corazón, enterneciendo mi ser, apurando a mi análisis con ideas, con pensamientos y propuestas grandiosas, enormes y profundas, con metas y decisiones firmes, es la caridad trascendiendo más allá de mi egoísmo y banalidad, es la sonrisa brillando en mi imaginación, es el saber que no es irreal, que existe todo esto que percibo, es la seguridad del éxito, la cabalidad de lo constante y preciso, la certeza del final perfecto, es la paciencia de la sabiduría, y la inocencia de un niño, es la emoción de lo inimaginable de lo inesperado, es todo aquello que había olvidado, y que olvidé agradecer, es lo que tanto siempre me pregunto y lo que tanto he buscado, es lo que me hace ser quien soy, lo que me completa y me estimula a ser mejor, es el último rincón de mi futuro y el primer aliento de mi vida, es el deseo verdadero que guardo y el anhelo que espero, es la causa de mi vida y el destino del mañana, es por sobre todas las cosas la verdad, la luz de mis ojos, el cimiento que me sostiene, el cielo que me cubre y los dones que poseo, es todo aquello que no cabe en una palabra y a lo que no le alcanzan infinitas definiciones, es el comienzo y fin de mi creación, es mi creo y se, es mi garantía y escudo, mi protección y mi confianza, es la perfección que necesito y el ejemplo que persigo, es… mi Salvador personal, mi testimonio de que solo por él y con él puedo lograr tener lo que necesito para ser completamente feliz, es Jesucristo.