sábado, 2 de agosto de 2008

La Espera II

Y ahí en la salita de espera estamos, aguardando la lelgada de lo que tanto anhelamos, si ese momento tan preciado en nuestra imaginación, si , ese que hemos planificado, que hemos vislumbrado una, dos, cientos de veces, si ese instante que hemos estudiadio en detalle para saber como aprovecharlo cuando ocurra.
Si, ese punto de inflección en nustras vidas donde todo gira y se torna diferente, es el mismo techo, la misma habitación las mismas puertas, las mismas personas que nos rodean desde el comienzo de nuestras vidas, es la misma calle, el mismo cielo y sin embargo, son los sentidos los que nos dicen, nos hacen saber que algo ha cambiado, que algo ya de por sí ha variado, que algo es o está diferente a como estaba o era ayer, o hace una semana o un mes o quien sabe cuanto tiempo ya, todo depende de lo que hayamos logrado soportar y lo mucho que logremos cultivar la paciencia.

La espera es un arte, tal ves, sin embargo la espera desgasta y consume, la vitalidad se nos desgarra y como si nos estuvienen arrancando una parte nuestra nos va carcomiendo por dentro si y solo si, no sabemos como llevarla, si no aplicamos Fe y Esperanza en el transcurso de este paso hacia una squina diferente, en este proximo minuto de nuestra eternidad humana y cientifica.

La espera puede ser feliz y milagrosa, triste y dolorosa, puede quererse o no necesitarse, puede estar y no existir para la conciencia de quien respira y sin embargo yo espero algo de ella, y ella espera algo de ti, y tu esperas algo de mi y él espera algo de nosotros, mientras que todos esperamos a nadie y a muchos, nos esperamos y necesitamos para ahi, en la salita de espera, hacer mas llevadero el tiempo a transcurrir antes de que digan..."numero 25!" y te toque el turno a ti.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio