lunes, 20 de agosto de 2007

Para no

Me estaba diciendo a mi mismo
lo que ella me dijo,
me destrozaba en la noche
el retazo de sus restos
entreverado su perfume
entre mi ropa y los abrazos
por tratar que no me esfume,
y volver a ser un sueño.

Los espacios y los vicios
que tejimos y cortamos
por mirarnos y dejarnos
con los ojos entre abiertos
para no tocar el aire,
y quedarnos sin respuesta
para volver a perdernos
y no hacernos,
simplemente daño.

Y me encontré
en la ventana de sus lunas
esperando sin pensar
que aparcase entre mis manos
o que el resto de mis días
fueran un poco mas cortos
y las noches más cercanas
al olvido en el desierto
para no solo buscar
los pretextos maquillados
de otra efímera esperanza
y otro día sin motivos.

El instante se hizo adiós
no queriendo ser eterno
con mis ganas de otras vidas
las certezas coincidiendo
en verdades y en lo extraño
donde pareciera que
me buscase y no sintiera
y al final soy yo el que vuelve
a su encierro en mil palabras
aunque no tenga respuestas
al futuro y a los miedos,
y pretenda que no existe
para no sentir que siento.

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